En diciembre acompañé a Débora Nuñez a dictar un taller en TuBiblioteca Popular Edelweiss Zahn, en Shangrilá.
Para iniciar, propuso que cada uno de los presentes recomendara un libro.
Yo como apasionada del monstruo de Shelley, recomendé esa novela. Uno de los talleristas el libro que hoy reseño. Obvio que me vino una desesperación por leerlo. Como tengo suerte para los libros, mi nuera lo tenía y me lo prestó. Así que debo el placer de esta lectura a Aldana Perdomo y a Luis.
No soy docente ni similar. Nunca cursé didáctica y lo que aprendí de pedagogía I en Facultad, debo haberlo olvidado. Leí algo de Freire, Ranciere, Reina Reyes, algo de Varela, bueno y no sé qué más. Pero mi interés es siempre enfocado a la lectura y a la lectura como actividad extracurricular, como actividad humana por excelencia pero no relacionada con el aprendizaje ni con las destrezas lectoras. Así que leí este libro con ese enfoque. El único que podía hacer.
Creo que la tesis del autor es que el educador muchas veces asume que quien educa puede ser un sujeto similar al Monstruo de la Shelley: hecho de partes que el que sabe los organiza de acuerdo a su criterio. Pero tal como hace el Dr. Frankestein, luego abandona su creación a su aire y eso...puede llegar a ser tan fatal como lo que pasa a la criatura de la novela.
En el libro se toman algunos pasajes de la novela, pero también de Pinocho, de Pigmalión, el Golem y también películas como Robocop. También está muy presente Rousseau y su Emilio y Hanna Arendt.
Creo que debo releer Pinocho, pero eso por puro gusto. Frankestein suelo leerlo una vez al año, siempre me cuesta entender cómo aprendió a leer solo. Pero bueno es veraz dentro del relato. Cada lectura me hace pensar en la monstruosidad, la diferencia, el miedo. Esta lectura pedagógica me ha interesado mucho, pero bueno, no la pude aprovechar a fondo por mi ignorancia. Igual como dice Matilda a su bibliotecaria: algunas cosas no entendí, pero las palabras eran hermosas.
Lo que me queda del libro: es posible educar? Tanto se dice que la educación es esencial en la sociedad y sin embargo se asignan presupuestos infames, los docentes siguen siendo malpagos, vapùleados, y miles de etc.
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