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Mostrando las entradas etiquetadas como SYLVIA PLATH

La campana de cristal / Sylvia Plath

  Hay libros que busco, con desesperación. Cada tanto alguna señal vuelve a recordarme que tengo que leer ese libro. ESE libro. En momentos en que no encontraba consuelo, la lectura, como siempre fue refugio. Es mi modo de pensar y pensarme: leer. Plath para mí era una especie de mito. Conocí alguna de sus poesías, compré un libro con ilustraciones de ella y un cuento ilustrado. Además de uno muy divertido: Las camas. Pero quería la Campana. Sabía que leyendo ese libro podía entender mejor a la mujer más importante de mi vida, porque el amor no alcanza, hay que pensar, hay que reflexionar, hay que escuchar. Empecé la lectura, con la idea de que me iba a conducir por caminos tortuosos, sin embargo, el inicio es disfrutable, con muchos toques de humor. Con una prosa simple que no reitera, que cuenta, que narra con la voz de una mujer muy joven. Una mujer que quiere ser poeta, que es poeta, ve el mundo con ojos inocentes pero intensos. Narrado en primera persona, por Esther, una joven que

Mary Ventura y el noveno reino / Sylvia Plath

  Mary Ventura sube a un tren que la lleva a una estación. La última de la lìnea ferroviaria: Noveno reino. Siente mideo. Sus padres le dicen que debe ir, que en algún momento todos debemos viajar, dejar el hogar. Por fin sube, se sienta y empieza a observar diferentes pasajeros entablando conversación con una señora que teje y que la invita a tomar café en el salón comedor. Mary observa los detalles, todo está muy prolijo, confortable incluso lujoso. La señora del tejido le dice que si no se da cuenta de nada raro.  El clima del cuento es bastante inquietante. No sabemos qué es lo que inquieta, pero no podría decir por qué.  Este cuento escrito por Plath para presentar en una revista de las que publicaban sus cuentos, es rechazada y no llega a ser publicado. Luego lo reforma quedando totalmente diferente y entonces sí se publica. Esta edición responde a una traducción del original. Es además ilustrado por Mónica Bonet y tiene un epílogo de Mariana Enriquez. Confieso que esto último fu