LEER PARA VIVIR

En momentos en que estamos revisando nuestros pensamientos sobre el género. En que nos atrevemos a interpelarnos leyendo a Federici y a Preciado, a Foucault y a Segato, debemos ponernos más severas y unir nuestra pasión con lo que vamos hilvanando. La LIJ no es ajena, para nada, a los estereotipos de género. Desde la literatura oral, muchas veces se considera la literaria infantil, cosa de mujeres. Unen dos géneros devaluados: femenino e infantil.       En este libro Perriconi desarrolla con contundencia lo que refiere a narrativa infantil y juvenil y género. Primero hace una exposición sobre la construcción de género como algo construido y no natural, como pretenden hacernos creer. Luego va desarrollando con detalle algunos autores latinoamericanos, en especial Argentinos, Chilenos, Brasileños y Uruguayos. Trae ejemplos con transcripción de textos que muestran su idoneidad al elegir muy bien lo que comparte y analiza. Lo leí esta tarde.con la urgencia que impone un buen libro. An

Calibán es un libro que me estaba esperando. Lo leí parcialmente y a saltos estos años. Pero en momentos tan complejos como esta pandemia, estar sin ocupación aparente, sin una jornada laboral pautada por quien me paga el salario, con tiempo para pensar y leer, entonces es momento para saborear a Federici. Leer es pensar, es dialogar y repensar. También es emocionarse, llorar, pelear, arrepentirse, cuestionarse. Este libro me permitió eso y sobretodo soñar. Soñar con un mundo en que las brujas no fueran quemadas, en que el patriarcado no se hubiera instalado. Aprendí mucho, pero sobretodo me emocioné y soñé. Fui hereje y fui bruja. Federici una feminista y una pensadora seria escribe de una forma amigable, cordial con lectoras no doctas, iletradas como yo. Hacer carne de cosas que los más connotados pensadores obviaron: la instalación del capitalismo se basa en la persecución de las mujeres, en sus conocimientos, sus formas de integrarse y conocer. Mujeres sabias, mujeres luchador