Calibán es un libro que me estaba esperando. Lo leí parcialmente y a saltos estos años. Pero en momentos tan complejos como esta pandemia, estar sin ocupación aparente, sin una jornada laboral pautada por quien me paga el salario, con tiempo para pensar y leer, entonces es momento para saborear a Federici. Leer es pensar, es dialogar y repensar. También es emocionarse, llorar, pelear, arrepentirse, cuestionarse. Este libro me permitió eso y sobretodo soñar. Soñar con un mundo en que las brujas no fueran quemadas, en que el patriarcado no se hubiera instalado. Aprendí mucho, pero sobretodo me emocioné y soñé. Fui hereje y fui bruja. Federici una feminista y una pensadora seria escribe de una forma amigable, cordial con lectoras no doctas, iletradas como yo. Hacer carne de cosas que los más connotados pensadores obviaron: la instalación del capitalismo se basa en la persecución de las mujeres, en sus conocimientos, sus formas de integrarse y conocer. Mujeres sabias, mujeres luchadoras, mujeres independientes, quemadas por brujas, torturadas. Años y años de construir lo diabólico en torno al cuerpo de la mujer, las fue encerrando en lo doméstico. Luego van a tildar de trabajo amoroso, por amor, instinto materno, rol natural de la mujer: tareas de reproducción que fueron fundamentales para desarrollar el capitalismo. Es así que Federici nos explica, detalladamente este proceso. También y cómo no ha sido casualidad, que formas similares hicieran posible el dominio de los pueblos originarios de América y África: tortura, demonización, desintegración, prohibición de practicar cultos y desarrollar rituales ancestrales. Así es que se forman y establecen los imperios occidentales.
En cuanto a pandemias, es interesante porque habla de las grandes pandemias medievales y cómo afectaron el trabajo, la vida de los trabajadores, el valor de su trabajo. Es la primera vez en mi vida que estoy en seguro de paro, es la primera vez en mi vida que vivo una situación que pensaba de novelas distópicas: un virus se desarrolla en todo el mundo, nos obligan a encerrarnos, aislarnos. Qué consecuencias trae esto para el trabajo, para la mujer, para el capitalismo?
Este libro es seguro, de esos que tendré siempre cerca, para releer y volver a pensar y emocionarme.
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