LEER PARA VIVIR

  Novela policial, pero de esas en las que el protagonista no es un detective sino un abogado.  Un asesisnato en un hotel. El culpable, simplemente se entrega. No quiere declarar, no manifiesta su móvil. Es italiano, grande, corpulento, callado. Un obrero que vive en Alemania, trabajador, retirado, con edad de jubilado. Solitario. Un abogado que toma el caso, por ser recién egresado, como práctica, y se encuentra con un caso que lo compromete por su historia y por sus implicancias. Cuándo termina una guerra? Cuántas generaciones viven bajo la sombra del autoritarismo? Muy bien llevado el suspenso, tanto que por momentos pensaba: a dónde va??? La justicia es ciega? Los represores son impunes porque el sistema político los protege. Ahí donde todos compartimos dolores, injusticias. La novela transcurre en Alemania, pero la ocupación de la Italia fascista es parte importante, determina el presente. Elegí una portada de edición italiana, porque me resulta mucho más ilustrativo de la histori

  Leer a Leila es siempre una felicidad.  Si, porque disfrutamos de la buena escritura. Ahora, la temática de este libro, es terrible Una guerra, como todas, inmoral, inexplicable, pero que en este caso, tiene tintes de terror. Termina la contienda, los argentinos son derrotados. Muchos soldados han muerto, son jóvenes, son pobres. Los abandonan, como los abandonaron en vida y murieron de frío, de hambre, de guerra. Leila hace un relato descarnado, perfecto, sobre esa infamia. Muertos que pasan a ser rehenes de intereses políticos, algunos no quieren acceder al trabajo de los forenses porque trabajaban para identificar desaparecidos, algunas familias son muy pobres y quedan devastadas y no tienen medios ni conocimientos para reclamar a sus hijos. Es un inglés quien entierra, organiza, hace nómina de los muertos que no puede identificar. El gobierno argentino no se hace cargo ni responde porque consideran que no repatrian porque estan en su patria. Pasaron gobiernos, en democracia, pero