Hace un par de años leímos en el club de lectores Extremos, un libro de este autor. Como obsesiva que soy, busqué información, leí lo que encontré, vi un par de entrevistas. En un video, Damián, leía un fragmento de este libro. Así que inmediatamente quise conseguirlo. Nadie sabía de su existencia. Cuando tuvimos el encuentro personal en el CCE, le pregunté y su respuesta fue: "todavía no lo publiqué"
Es que ya quiero leer los libros que no se han publicado aun!
Gracias a que escucho programas de radio en que hablan de libros, voy a librerías y reviso, pregunto, comento, me entero de que ahora sí podía leerlo.
Es un libro construído en base a las palabras que fueron impactando al autor a lo largo de su vida. Empezando por tapón, que si bien no es una palabra que haya escuchado sí casi determina su ida de este mundo siendo muy pequeño,por tragarse el tapón de una pomada mientras le cambiaban los pañales.
Otras palabras son: poema, rancio, relámpago, tremolar, i, ambicioso, patilla, catalán, cuña, bulto, radiactividad, olímpico, lambeta, torniquete, botija, cotolengo
Las palabras son lo que nos permite comunicarnos con los otros, lo que nos permite pensar, cuanto menos palabras, más limitada nuestra libertad.
Toma las palabras de su familia, sus vecinos y de los parroquianos del bar de sus padres.
Un libro que es una especie de homenaje a la palabra, de alguien que siempre estuvo atento a ellas y que hoy dedica su vida a contagiar el gusto por la palabra escrita y también oral, un docente de literatura del interior, de Maldonado, donde nació y aun hoy vive. Un escritor que tiene una biblioteca popular en su casa, en el barrio Kenedy en Punta del Este.
Hay una entrevista La diaria
Y el video que hace tiempo me hizo buscar el libro aún no publicado:
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