Este es el segundo libro de Episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes, que leo.
Un tema que me compromete, una escritora que me atrapa. La Guerra Civil Española, es algo que para mi generación y sobretodo a la izquierda de mi generación latinoamericana, resulta un hito en la lucha popular. Una derrota dolorosa que tiene muchas contradicciones y hay abundante literatura, filmografía, teatro, pintura, en sintesis, tanto en lo documental como en lo artistico es un tema muy tratado. Antonio Rivas con La lengua de las mariposas y El làpiz del carpintero, es un autor que me impactò y que he leido repetidas veces. De Almudena, leí recientemente, El lector de Julio Verne.
Pasemos a Inés. Este libro es el primero de la serie Episodios. Una guerra interminable, porque siempre quedan cosas por decir, por saber, por enfrentar. Esta novela es una historia de amor, un amor intenso y pasional que pensamos eterno pero breve. Porque se da en medio de una guerra, donde todos son sospechosos. Un grupo de españoles comunistas, cruza los Pirineos desde Francia, recién liberada por los aliados, con la idea de recuperar España, liberarla del fascismo, entienden que tiene los días contados. Son soldados que estuvieron cautivos en el territorio francés ocupado, son comunistas y Jesús Monzón, líder comunista en ascenso, les convoca y organiza. Algunos son muy jóvenes, vienen de pasar hambre, frío, soledad. Pero hay compañerismo. Esa relación solidaria que se da con el compañero de armas. Entre ellos no hay intrigas políticas, van a hacer lo que saben: luchar por sus ideales, por la libertad de su pueblo. Pero los dirigentes políticos, que no ponen el cuerpo, actùan de otra forma. Es asì que no son recibidos como esperan, llegan a un pueblo agotado, con miedo, derrotado moralmente.
En ese entorno se conocen Inès y Galán. Ella cocina para los luchadores, el es un compañero ejemplar y un comunista comprometido. Inés llega huyendo de una prisiòn domiciliaria donde convive con su cuñada y es acosada por un falangista. Llega a caballo y con una caja de rosquillas. Ha perdido todo, menos la esperanza. Cocinar se transforma en su forma de amar, de agasajar y mimar a sus compañeros, en su forma de superar la angustia y el pànico.
Luego, van a llegar a Touluse. Derrotados pero vivos. Con pèrdidas de compañeros queridos y valioso. Pero hay nuevos encuentros y sigue la vida.
Entre capìtulos de ficción se intercalan otros de no tanta ficción donde nos relata los episodios y movimientos asì como la lucha por el poder de dirigentes comunistas españoles donde la figura de la Pasionaria, Carrillo y Monzón así como Carmen de Pedro, son los principales actores. Esos capítulos me costaron leerlos, me resultaban tediosos y me interrumpían la historia que sí me interesaba. La narrada por Inès o por Galán. Esta se va alternando y es muy interesante la visión de la misma situación con un punto de vista distinto o agregando detalles que el otro ignora o no le da importancia.
Tenemos entonces tres narradores: un narrador omnisciente y ajeno que narra lo documental, Inés y Galán.
Los soldados tienen apodos muy simpáticos, como Comprendes, Bocas, Galán, Sacristán. Cada uno con un carácter muy definido. Las mujeres son muy fuertes, viven momentos muy duros y deben soportar muertes de seres queridos, llevar adelante la familia solas, luchar en el frente si es necesario. Montse que conoce a Inés en Bostot ayudando en la cocina, Lola, Adela y Angelita que la conocen en Touluse.
Una novela intensa, hermosa, que va desde el final de la guerra civil hasta el incio del destape español.
Ha sido un placer inmenso leer este libro y seguro seguiré con Almudena.
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