Este libro fue elegido a iniciativa de Eleonora cuando Lourdes propuso como tema Cuba.
Randall fue asistente académico en UDELAR, es yanqui vivió en Cuba su infancia y juventud. Está casado con Laura Carlevaro. Nos cuenta su vida, su experiencia desde esa infancia del siglo pasado en una sociedad en construccón. Una Cuba que pretendía formar el hombre nuevo. Pero empieza cuando se va con su madre, de USA a Mexico y luego a Cuba. Una aventura de pelicula, pero el la cuenta con toda naturalidad.
"Han pasado muchos años y el mundo ha cambiado tanto que lo que para nosotros era natural o lógico parece ahora irreal. Unas cuantas certezas de entonces hoy parecen absurdas, mucha gente cambió su modo de pensar y el contexto general es tan distinto que uno se pregunta a veces si aquello no fue más que un sueño. Trasmitir de alguna forma esas vivencias a nuestros hijos me parece esencial. Escribir estos recuerdos es un intento, contarlos cada día es otro. Y mientras tanto, no dejo de pensar en lo que sucedió." Gregory Randall tenía ocho años cuando llegó a Cuba, en 1969. Vivió allí los años fundamentales de su formación: parte de su infancia y toda su adolescencia. «Estoy orgulloso de ser un hijo de la Revolución cubana», afirma. Como miembro del grupo de extranjeros residentes en la isla tomó contacto con buena parte de la intelectualidad de izquierda latinoamericana y con varias figuras clave del movimiento revolucionario del continente. Hijo de la poeta norteamericana Margaret Randall pasó sus primeros años en el medio intelectual de México, de donde sus padres debieron huir meses después de la masacre de Tlatelolco de octubre de 1968 y creció rodeado de gente dedicada a convertir en realidad el sueño de una sociedad más humana y fraterna. En 1983 abandonó Cuba para colaborar con la resistencia a la dictadura chilena. Volvería veinte años después, cuando el mundo ya había vivido la caída del socialismo europeo y las transformaciones que le sucedieron. En este libro, mezcla de autobiografía y crónica testimonial, Randall cuenta su formación como hijo de una generación radical de los años sesenta, recorre los años cubanos donde vivió experiencias solidarias y generosas en un proceso de construcción del socialismo y donde vio también ejemplos de burocratización y vaciamiento de viejas consignas. Lo hace de manera honesta y con un acendrado sentimiento de lealtad, sin renunciar a una visión crítica, porque sabe que comprender ese proceso es imprescindible no solo para entender su propia vida sino el futuro de los valores esenciales en los que sigue creyendo.
Nos encontramos con él y con Laura en el CCE y fue un encuentro lindisimo. Como una charla de amigos, de siempre.
Randall fue asistente académico en UDELAR, es yanqui vivió en Cuba su infancia y juventud. Está casado con Laura Carlevaro. Nos cuenta su vida, su experiencia desde esa infancia del siglo pasado en una sociedad en construccón. Una Cuba que pretendía formar el hombre nuevo. Pero empieza cuando se va con su madre, de USA a Mexico y luego a Cuba. Una aventura de pelicula, pero el la cuenta con toda naturalidad.
"Han pasado muchos años y el mundo ha cambiado tanto que lo que para nosotros era natural o lógico parece ahora irreal. Unas cuantas certezas de entonces hoy parecen absurdas, mucha gente cambió su modo de pensar y el contexto general es tan distinto que uno se pregunta a veces si aquello no fue más que un sueño. Trasmitir de alguna forma esas vivencias a nuestros hijos me parece esencial. Escribir estos recuerdos es un intento, contarlos cada día es otro. Y mientras tanto, no dejo de pensar en lo que sucedió." Gregory Randall tenía ocho años cuando llegó a Cuba, en 1969. Vivió allí los años fundamentales de su formación: parte de su infancia y toda su adolescencia. «Estoy orgulloso de ser un hijo de la Revolución cubana», afirma. Como miembro del grupo de extranjeros residentes en la isla tomó contacto con buena parte de la intelectualidad de izquierda latinoamericana y con varias figuras clave del movimiento revolucionario del continente. Hijo de la poeta norteamericana Margaret Randall pasó sus primeros años en el medio intelectual de México, de donde sus padres debieron huir meses después de la masacre de Tlatelolco de octubre de 1968 y creció rodeado de gente dedicada a convertir en realidad el sueño de una sociedad más humana y fraterna. En 1983 abandonó Cuba para colaborar con la resistencia a la dictadura chilena. Volvería veinte años después, cuando el mundo ya había vivido la caída del socialismo europeo y las transformaciones que le sucedieron. En este libro, mezcla de autobiografía y crónica testimonial, Randall cuenta su formación como hijo de una generación radical de los años sesenta, recorre los años cubanos donde vivió experiencias solidarias y generosas en un proceso de construcción del socialismo y donde vio también ejemplos de burocratización y vaciamiento de viejas consignas. Lo hace de manera honesta y con un acendrado sentimiento de lealtad, sin renunciar a una visión crítica, porque sabe que comprender ese proceso es imprescindible no solo para entender su propia vida sino el futuro de los valores esenciales en los que sigue creyendo.
Nos encontramos con él y con Laura en el CCE y fue un encuentro lindisimo. Como una charla de amigos, de siempre.
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