Siguiendo con mi obsesión de leer hasta cansarme un autor, leí esta novela de Oates.
Sigue siendo interesante y sorprendente. Una de las virtudes es ser corta. Sin exceso de palabras sin adornos.
A forma de diario vamos desentrañando la vida de una estudiante en un College norteamericano, precisamente la narradora.
Una estudiante joven, idealista que se enamora de su profesor y se inscribe en un seminario de poesía.
Vamos internandonos con ella en su vida universitaria, el descubrimiento de las pasiones, el amor, la poesía y aunque no parezca, la amistad.
El capitulo inicial y el final son de febrero de 2001, pero nos narra lo que vivió en esa universidad en el año 1975 e inicio del 76.
Lo que trae la memoria de esos hechos es un totem, una figura en el Louvre en París.
Así como sucede siempre, un objeto, deshilvana su memoria y vamos desovillando los hechos poco a poco.
Muchas alusiones a Lawrence, su poesía. Me hizo buscar referencias y recordé que tengo pendiente la lectura de La amante del teniente francés, desde que leí a Ercole Lissardi...bueno quizá ahora emprenda esa lectura.
Sin dudas esta escritora merece que dedique alguna lectura más apenas llevo tres novelas.
Vila Matas en la página 28 de Perder teorías, establece que, en su opinión, hay al menos cinco rasgos irrenunciables, imprescindibles, que deben estar en toda novela que quiera sentirse perteneciente al siglo XXI, es decir, que pretenda ser contemporánea.
Los cincos rasgos esenciales son:
- La “intertextualidad”
- Las conexiones con la alta poesía
- La escritura vista como un reloj que avanza
- La victoria del estilo sobre la trama
- La conciencia de un paisaje moral ruinoso
Esto obviamente lo copié de otra páginaPapel de Liar, pero me resulta perfecto para describir esta autora.
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