Alguna vez oí nombrar esta autora. Pero nunca pensé en leerla ni me dio curiosidad. Es que soy bastante distraída y obsesiva. Entonces, cuando me pongo a leer algo me olvido del mundo y me obsesiono con el autor, con el tema. Ahora estaba con la Guerra Civil Española y me costaba salir de eso. Me regalaron este libro. Así que me dio curiosidad. Empecé a leer solapas, contratapa, y cuando quise darme cuenta, lo había leído todo. No sé en qué se basó quien me regaló esta maravilla. Quizá sea una autora que le gusta, quizá le recomendaron. Puedo decir que es un libro excelente. Escrito con las palabras justas y necesarias. El inicio, es lo que lleva a no dejar de leer. Inicia con una página en que se relata que una mujer tuvo un accidente, o quizá no fue un accidente, la mañana siguiente a su noche de bodas.
Por qué hicieste lo que hiciste, qué te decías a ti misma en el instante en que ocurrió. Cuando te bajaste del cordón.
A la mañana siguiente de tu boda.
Cada parte, tiene cuatro, corresponde a un narrador diferente. Es la historia de Abee, de su familia, una historia terrible, un secreto. Abuso, violencia, soledad y la guerra. La guerra de Irak. Vamos hilvanando esa historia desde la subjetvidad de cada uno de los protagonistas: Abee, su esposo, su madre, su padre.
La narración del padre, es terriblemente genial. Es el pensamiento de un abusador, un representante cabal del patriarcado, veterano de una guerra que no entiende y que no puede abandonar.
Esta novela, emociona, compromete, permite pensar y comprometerse.
NO quiero olvidar que hay un tema religioso. El esposo de Abee es muy religioso y su familia también, Pero hay alguna evolución del personaje con respecto a su posicion religiosa, por momentos dice que el ama a Jesús que lo protege y lo ayuda, es misericordioso no déspota como Dios.
Esta novela tiene todo: amor, religión, guerra, violencia doméstica.
Sobretodo me hizo desvelarme hasta llegar al final y ese es el placer más importante que puedo pedir a la literatura.
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