Hay hechos históricos,períodos que son permanentes. Sobretodo cuando las heridas son profundas y más cuando tenemos relación muy directa con ellos. Tal es el caso de la Revolución Española. La lengua de las mariposas y El làpiz del carpintero, de Rivas, fueron obras que me penetraron profundamente y están siempre conmigo. De eso viene este libro que leí en dos días.
Es muy raro que haya comprado este libro cinco veces: dos para regalar especialmente, pero los otros los compré porque lo veía y decía: ah quiero leer este libro....pero no lo leía, lo compraba. Al fin decidí tomar conciencia que con un ejemplar me alcanzaba, regalé los otros y ahora, lo leí. Supongo que los libros esperan y vienen cuando uno los necesita. Necesitaba conmoverme, reirme, emocionarme, viajar a España en 1946. Vivir en un pueblo andaluz en el que hace frío, hay hambre y miedo, mucho miedo.
De Almudena sólo leí Las edades de Lulú, seguramente luego de ver la pelicula..
Me gusta mucho su escritura, tiene un humor muy brutal. Hay pasajes enteros en los que digo: pah....que maravilla cómo eligió estas palabras!
Los personajes: perfectos. Entrañables, queribles y odiables.
La novela está narrada por Nino, un niño que al inicio tiene nueve años, es hijo de un guardia civil, tiene dos hermanas y una madre que es muy gruñona. Su vida se transforma al conocer a Pepe el Portugués, un vecino solitario con el que pasea, conversa, lo escucha. Pepe le abre un mundo, le permite pensar y soñar. Es su primer gran amigo. Amigo para siempre, para toda la vida, amigo de la infancia. Yo digo que es una novela sobre la amistad, sobre la solidaridad pero el marco en que se desarrolla es fundamental: la guerrilla. El final de la revolución en un pueblo que limita con un monte donde huyen los guerrilleros y que son permanente presencia en la vida de los pobladores.
Los guardiaciviles viven amontonados y su bienestar es muy relativo. Tienen un plato de comida pero hay que remendar la ropa, hay que pensar cada centésimo que se gasta.
Por medio de Pepe, Nino conoce a Elena, ella le presta libros, le cuenta historias de la mitología y de la historia universal y nacional. Julio Verne pasa a ser un compañero de Nino y lee cuanto pasa por sus manos. Me atrevo a decir que este libro es un ejemplo de cómo un buen mediador puede hacer que la lectura se integre en la vida de un niño y que sea su compañía para siempre. Elena convida con libros, habla de ellos y de otros, escucha, nunca impone. Nino lee.
Así, aquellos libros me irían llevando hacia otros libros, otros autores a quienes leería con la misma avidez, porque me descubrían mundos distintos pero igual de fascinantes, que terminaba de explorar haciendo preguntas sobre asuntos cuya existencia había ignorado siempre, a una mujer que siempre sabía cómo contestarme.
Hay pasajes realmente divertidos, como cuando la presencia casi fantasmal de los guerrilleros y en especial Cencerro, era festejada en el boliche del pueblo, cuyo dueño Cuelloduro, un anarquista empecinado, entonaba La vaca lechera, una canción que conocí muy bien gracias a Gaby Fofo y Miliki que veía en tv siendo niña.
Es un pueblo en que hay miedo, hay hambre, hay injusticia. Pero hay rebeldía y dolor mucho dolor.
Este país... Lo que pasa aquí ya ha pasado otras veces en otros sitios, pero no es igual, porque nosotros siempre llegamos a todo más tarde o más temprano que otros, nunca a tiempo, y por eso...
Cuando Elena intenta explicar a Nino su dolor, el dolor de su vecina a la que le mataron un hijo y a la que otro se le murió en los brazos porque nadie la ayudó, todo por la miseria del mundo y por la injusticia y que Nino no tiene responsabilidad por ser un niño pero tiene un padre Guardia Civil y eso para algunos significa que es el enemigo.
si no hubiera comprendido la exacta dimensión de la violencia, de la humillación y la tristeza a la que todos estábamos sometidos, en el cuartel, en el pueblo, en mi casa y en las de los demás, si no hubiera identificado el origen del terror que se expandía de arriba abajo para infectarlo todo todo acto y todo pensamiento, como un virus venenoso del que sólo se podía huir por un camino....
Al final del libro, una nota de algunas páginas nos cuenta cómo Almudena llegó a esta historia, saber que algunos de los personajes son reales no hace mejor el libro, simplemente es bueno conocerlo y celebro haber comprado muchas veces este libro y más haberlo leido por primera vez en 2020.
Comentarios
Publicar un comentario