Este libro me llegó de casualidad. Lo trajo Gabriel para prestarlo a alguien que no vino a la reunión. Generosamente me dejó el libro para que lo leyera antes de llegar a quien lo había pedido. Por diversas razones, el libro fue quedando conmigo. Ahora, aprovechando el asilamiento social, bueno eso que estamos haciendo para no contagiarnos de un virus menos letal que el patriarcado.
Gago enfoca su análisis desde la huelga feminista como forma de enfrentar el patriarcado. Como forma de respuesta a la opresión famenina desde el hogar, la calle, el trabajo, el sistema económico y político. Las mujeres se revelan y en la huelga visibilizan el trabajo intrafamiliar: cuidados, todo lo reproductivo, que se vive como natural cuando es absolutamente impuesto por el patriarcado. El neoliberalismo que se afianza en el pensamiento ultraconservador para subsistir y se sirve de medios violentos para disciplinar. Disciplinar el cuerpo femenino. El cuerpo que se vuelve territorio de guerra. La iglesia, el poder politico y militar, enfentan esta lucha calificando de ideología de género, cuando no, feminazis. Las feministas, mujeres y discidencias salen a la calle, dejan su encierro, se reunen y el sistema se rearma para enfrentar.
El sistema económico que se vale del trabajo precarizado, mayoritariamente femenino, con formas como las tarjetas de consumo, los micropréstamos, el endeudamiento que ocasiona un esclavismo moderno, condena a las mujeres quienes en hogares monoparentales llevan sobre sus hombros la economía familiar.
El movimiento feminista es plural e internacional. Nos queda mucho por leer, seguimos pensando.
Una sola certeza: será con todas o no será.
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